Una de las grandes fortalezas del Perú es su enorme biodiversidad, milenaria cultura y su emblemática gastronomía. El mundo entero lo ha reconocido como tal hace décadas. Su crecimiento hasta antes de la pandemia venía corriendo a un ritmo inesperado con indicadores sociales y económicos valiosos. Algunas cifras pueden ilustrar esta afirmación:
3.9% del PBI nacional, 1 millón y medio de empleos, casi 4 millones y medio de turistas y 49 millones de viajes nacionales (1). Este exitoso camino hasta ese momento generó grandes expectativas para la inversión privada y para la academia. Luego de la tragedia sanitaria, tenemos que recobrar lo perdido y reactivarnos en diferentes frentes, pero a velocidad.
Este escenario ha tenido siempre un foco de atención: el sur peruano, es decir: Cusco, Arequipa, Puno principalmente, en el que la demanda mundial ha preferido ir y en donde la autoridad gubernamental ha centrado las inversiones públicas hasta donde le ha sido posible: carreteras asfaltadas, aeropuertos, agua potable, alcantarillado e internet en algunos puntos. Naturalmente que esa inversión estatal ha sido precaria habida cuenta de la existencia de otras prioridades. Sin embargo, nos hemos centrado en el sur con el producto cultural. Así lo hace Egipto, Italia, Tailandia, Grecia o México, grandes competidores del Perú. Pero la diferencia es que ellos han diversificado su portafolio de productos.
Para pensar en proyectos o grandes proyectos turísticos o, lo que es lo mismo, colocar nuevos productos en el mercado, es en extremo esencial estudiar a la demanda mundial, regional e interna y conocer cuáles son sus novedosos requerimientos y deseos en sus viajes posterior a la pandemia. Sobre esto se ha escrito bastante y fácil de encontrar en las plataformas científicas que conocemos. En su mayoría señalan que buscan la naturaleza, aventura, cultura y gastronomía y lo que se derive de esas grandes motivaciones.
En el Perú muchas voces han tratado el tema de la diversificación del portafolio desde que egresé de la Escuela Nacional de Turismo en 1971. Muchas de ellas han sido verdaderamente certeras, ponderadas y respetuosas, pero sin ser escuchadas.
Otras veces leí ideas semejantes en congresos gremiales que tuvieron el mismo fin.
La diversificación a la que hago referencia tiene su propia respuesta al reconocernos como un país biodiverso. Bastará anotar lo siguiente: El Perú ha sido reconocido como uno de los diecisiete países llamados megadiversos, por ser poseedores en conjunto de más del 70 % de la biodiversidad del planeta.
En el sur, este panorama es muy amplio pero según mis conocimientos y experiencia en esta actividad tengo el convencimiento que para el norte, Dios ha sido más generoso al dotarlo de atractivos para esa nueva demanda que prefiere sol y playa, deportes náuticos, observación de ballenas, flores e insectos, surfing y toda clase de deportes náuticos, trekking, lagunas y un largo e inimaginable etcétera, sin olvidar los infaltables aspectos culturales y la gastronomía norteña, una de las catedrales mundiales de la cocina peruana.
La propuesta a la que aludo comprende tres grandes proyectos interregionales que pueden equilibrar la balanza del mercado del turismo peruano desde el norte respecto del sur sin renunciar a nada desde el punto de vista de la oferta, así como de la demanda. Veamos:
1. Sol y playa. Tumbes y Piura. El pequeño Miami. La idea es generar el pequeño Miami para una clientela nacional e internacional. En el 2030 o 2035, Tumbes o Piura debe ser un gran puerto capaz de recibir cruceros, un aeropuerto internacional y al menos hoteles de 5, 4 y 3* y apartamentos. Los empleos por generar bordean los 78 mil en 10 años. Estas costas se asemejan a las del Caribe. Allí opera un resort de renombrada marca con un éxito asombroso. Los gobiernos regionales de Tumbes y Piura tienen por tarea construir una carretera costanera. Agua potable, alcantarillado y energía eléctrica para promover las inversiones privadas. El pequeño Miami tiene entre sus clientes principales a Chile, Ecuador y Colombia. Entre los nacionales a familias, jóvenes, parejas, ejecutivos y congresos de Lima, Chiclayo, Piura y Trujillo.
2. Circuito de Naturaleza. Circuito Nororiental. Comprende varias regiones del norte como La Libertad, Lambayeque, Cajamarca, San Martín y Loreto. Es decir, la máxima expresión del conocimiento de la naturaleza incluyendo también notables visitas de orden cultural. El eje va desde el mar hasta el río Amazonas y es tal vez el mayor crédito que tiene el Perú para competir con productos similares en el mundo. Las inversiones mínimas van por la infraestructura de muelles fluviales como los de Iquitos y Yurimaguas, carreteras de acceso y los atractivos se cuentan por cientos empezando con la observación de la infinita flora y fauna de la selva y la gastronomía de primer nivel. ¿Para qué mercados? USA, Europa, Chile, Colombia y Perú. La joya de la casa está acá pero increíblemente este proyecto, que no es nuevo, fue dejado al abandono. Se beneficiarían aquí unos 47 mil nuevos empleos.
3. Turismo de aventura y naturaleza. Selva central. El cliente principal es el mercado emisor de Lima que ha elegido su destino tradicional de sus viajes preferidos fuera de la capital, de manera que aquí hay que profundizar el trabajo de marketing para una demanda ya ganada. La selva con la nueva carretera desde Lima se haya a unas 5 horas por carretera desde la capital hasta el punto de inicio de este circuito que se inicia en Tarma y concluye en Satipo y el famosos Oxapampa y Villarrica. La selva brinda todo su furor propicio para el entretenimiento y el aprendizaje verdaderamente nuevos sobre la forma de vida de las comunidades nativas con granes experiencias de vida. El producto es espléndido y su clima tropical. Sorprende que este circuito tenga un aeropuerto en Satipo con una pista asfaltada de 1760 metros de largo por 30 de ancho disponible para vuelos comerciales con un esporádico uso. Empleos por generar: 26 480.
(1) Perú. Cuenta Satélite del Turismo 2015-2020. MINCETUR. https://www.gob.pe/institucion/mincetur/informes-publicaciones/22168-peru-cuenta-satelite-de-turismo.