El turismo, la economía, y muchas actividades de nuestra sociedad registran en la historia épocas de desarrollo y de estancamiento, que podríamos caracterizar como verdaderos ciclos en su evolución.
Al realizar un análisis histórico de la evolución del turismo, se pueden identificar aspectos y factores específicos que explican el estancamiento del turismo y que generan un nuevo ciclo de desarrollo, pero con características diferentes de la anterior.
Así, la revolución industrial, y más concretamente, la aplicación del vapor a ferrocarriles y barcos permitió el desplazamiento de mayores cantidades de personas a distintos puntos del globo, que derivó en un incipiente turismo de carácter comercial, simbolizado por Sir Thomas Cook, que organizó viajes de grupos, coordinó diversos servicios, y creó los vouchers y cheques viajeros.
Posterior a la Primera Guerra Mundial y la crisis financiera del año 1930, se establecieron las vacaciones obligatorias y pagadas, y la ejecución de grandes obras públicas, como carreteras y terminales de transporte, para crear empleo, lo que generó el turismo interno y el comienzo de los viajes de las capas medias de la población.
A partir de la segunda guerra mundial, se produce un gran cambio en la actividad turística, caracterizada por la incorporación a ella de amplios sectores de la población, que se le conoce como el inicio del turismo de masas, conjuntamente con la aparición de una gran cantidad y variedad de empresas productoras, distribuidoras y comercializadoras de servicios turísticos y la creación de organismos públicos nacionales e internacionales, como la OMT, para la elaboración de políticas turísticas y la gestión del turismo.
En la década de los años 90 y hasta el presente, se ha caracterizado por la irrupción de la tecnología de la información y comunicaciones, principalmente internet y las diferentes plataformas y herramientas informáticas y de comunicación, destacando en los últimos años la utilización creciente y masiva de celulares.
Actualmente, causado por el Covid-19, estamos viviendo una gran crisis, con millones de personas contagiadas y muertas; recesión económica y aumento en los niveles de pobreza; y un nuevo período de estancamiento en muchas actividades humanas, entre ellas el turismo, lo que ha provocado una gran sensación de vulnerabilidad e incertidumbre.
El Covid-19 prácticamente ha detenido la actividad turística, generando el cierre de miles de empresas y el consiguiente desempleo en este sector de la economía, que demorará varios años en recuperar. Pero al mismo tiempo se están produciendo de manera creciente, grandes cambios en la manera de estudiar, trabajar, producir, consumir, como, asimismo, una acelerada toma de conciencia respecto a la fragilidad del medio ambiente, el cambio climático y la bio-seguridad.
Considerando la evolución expuesta de estancamiento y desarrollo del turismo en los últimos doscientos años, motivados por factores que han impactado a la sociedad en general en base a situaciones estructurales y sistémicas específicas, descritas anteriormente, estamos frente al comienzo de un nuevo ciclo en el que nuevos factores determinaran la evolución futura del turismo, en particular la transformación digital y la sustentabilidad.
La transformación digital es un factor que está permeando todas las actividades humanas, entre ellas, de manera creciente el turismo. En términos generales está modificando las políticas turísticas, los modelos de negocios y la gestión de empresas, el marketing y la comercialización, la competitividad y productividad, el análisis de datos y la experiencia y comportamiento del consumidor, etc., con permanentes innovaciones que derivaran en cambios estructurales en el desarrollo del turismo.
Igualmente, la toma de conciencia de consumidores, productores, intermediadores, organismos públicos, la academia y centros de investigación, comunidades receptoras, etc., de la necesidad y conveniencia de incorporar e implementar en las políticas públicas, la gestión empresarial, y practicas operativas, etc., la sustentabilidad del turismo, mediante la implementación equilibrada de aspectos ambientales, sociales, culturales y económicos, y últimamente aspectos de bioseguridad y sanitarias, lo que significará un nuevo factor que está generando una importante transformación en la actividad turística.
Siguiendo la evolución histórica descrita, estamos sin duda en el comienzo de un nuevo ciclo de crecimiento y desarrollo, que derivara en un nuevo modelo turístico como ha sucedido en los comienzos de los ciclos históricos anteriores.