El reciente INFORME GLOBAL DE DESARROLLO SOSTENIBLE (SDR, por su sigla en inglés) del año 2024, elaborado por un panel de expertos internacionales, destaca que existen desafíos críticos e impostergables en la implementación de los OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS) de las Naciones Unidas, conclusiones que fueron analizadas en septiembre del presente año en la Asamblea General de este organismo, en la llamada CUMBRE DEL FUTURO 2024. Uno de los resultados de ese encuentro fue ratificar el PACTO POR EL FUTURO, que es un acuerdo para abordar los desafíos globales y promover la cooperación internacional para lograr un futuro más sostenible y equitativo.
En este contexto, es importante conceptualizar como la industria turística de América Latina y el Caribe puede aportar y ayudar a la consecución de los ODS enmarcados en este PACTO POR EL FUTURO, considerando que en el informe mencionado se indica que, en nuestro continente, de los 17 ODS, en 5 de ellos no se ha avanzado y permanecen los desafíos inalterables, en 8 de ellos se resalta que los desafíos son aún muy significativos, y en 4 de ellos los desafíos han aumentado y son importantes y de consideración.
Como una forma de aportar a la necesaria consecución de los ODS en América Latina y el Caribe, la industria turística debe orientar sus esfuerzos para cooperar en aquellos ODS que estén relacionados directamente con esta actividad, para lo cual la colaboración entre los distintos sectores de esta industria es un enfoque esencial en un mundo donde los desafíos globales son cada vez más complejos y requieren acciones coordinadas. En el presente editorial, exploraremos cómo cada uno de los sectores —académico, privado y público— puede asumir su responsabilidad y desempeñar un papel crucial en la transformación de la industria turística hacia un modelo de desarrollo que sea sostenible, inclusivo y responsable.
El Papel del Sector Académico en la Formación y la Innovación
El sector académico basado en las universidades tiene una responsabilidad clave en la formación y capacitación de la próxima generación de profesionales en turismo sostenible. Esta preparación va más allá de la simple transmisión de conocimientos técnicos. Se trata de inculcar valores de sostenibilidad, responsabilidad social y conciencia ambiental que son esenciales para enfrentar los desafíos actuales y futuros de la industria. Las instituciones educativas pueden desempeñar un papel fundamental en este sentido, desarrollando programas de estudio que integren los principios de los ODS en sus currículos. Al hacerlo, no solo aseguran que los futuros profesionales tengan los conocimientos, las habilidades y las competencias necesarias, sino que también con una comprensión profunda de la importancia de la sostenibilidad en todas sus formas.
Además de la formación, las instituciones académicas pueden liderar la investigación en áreas clave del turismo sostenible. La investigación académica es vital para proporcionar los antecedentes, análisis y propuestas de soluciones posibles tanto al sector privado como en el público. Por ejemplo, la investigación sobre el impacto ambiental del turismo, la efectividad de diversas prácticas sostenibles, y las formas de mitigar los efectos negativos del turismo en las comunidades locales puede ser crucial para guiar y desarrollar políticas y prácticas empresariales. A través de la colaboración, las instituciones académicas pueden convertir estos estudios en soluciones prácticas y aplicables en el mundo real.
Las universidades y centros de investigación también pueden funcionar como laboratorios de innovación. Aquí es donde se pueden desarrollar y probar nuevas ideas y enfoques que luego pueden ser adoptados por los sectores públicos y privados. La innovación en tecnología sostenible, métodos de gestión ambiental y de gobernanza turística local, y prácticas de responsabilidad social corporativa pueden surgir de estas colaboraciones, promoviendo un ciclo de mejora continua en la industria. También se pueden proponer marcos de políticas y estrategias para ser implementadas por el sector público.
El Sector Privado como Motor de Implementación de Prácticas Sostenibles
El sector privado es el motor de la implementación de prácticas sostenibles dentro de la industria turística. Desde pequeños operadores turísticos hasta grandes cadenas hoteleras, las empresas tienen el poder de adoptar y promover prácticas que minimicen el impacto ambiental, mejoren la eficiencia en el uso de recursos, y fomenten el bienestar social. Al adoptar la sostenibilidad como un pilar central de su modelo de negocio, las empresas no solo contribuyen al progreso del planeta y las comunidades, sino que también se posicionan mejor en un mercado global que valora cada vez más la responsabilidad ambiental y social.
Estas prácticas incluyen la reducción de emisiones de carbono, la gestión eficiente de recursos hídricos y energéticos, y la promoción del turismo responsable. Estos enfoques no solo benefician al medio ambiente y a las comunidades locales, sino que también pueden convertirse en diferenciadores clave en un sector altamente competitivo. A medida que los consumidores se vuelven más conscientes de los impactos de sus decisiones de compra, las empresas que demuestran un compromiso con la sostenibilidad obtienen una ventaja competitiva significativa.
Además, el sector privado tiene la capacidad de influir en toda la cadena de suministro, promoviendo prácticas sostenibles entre sus proveedores y socios. Al establecer estándares claros y exigir responsabilidad en toda la cadena de valor, las empresas pueden multiplicar su impacto positivo, creando un efecto encadenado que beneficie a múltiples actores dentro de la industria.
El Rol del Sector Público en la Creación de un Marco de Apoyo
El sector público juega un papel fundamental en la creación del marco regulatorio, de apoyo y coordinación necesario para que todo el sistema funcione en armonía. Los gobiernos tienen la responsabilidad de establecer políticas y regulaciones que fomenten la sostenibilidad en la industria turística, al mismo tiempo de crear los incentivos para que las empresas adopten prácticas responsables. Esto incluye la implementación de normativas ambientales, la promoción de la igualdad de género y el trabajo decente, y la facilitación de la participación comunitaria en el desarrollo turístico.
Además, el sector público puede promover la cooperación internacional, asegurando que las estrategias de desarrollo turístico estén alineadas con los compromisos globales en materia de sostenibilidad. La colaboración entre gobiernos y organizaciones internacionales puede facilitar la creación de políticas coherentes que beneficien tanto a las comunidades locales como al medio ambiente global.
La Interconexión de los ODS y su Impacto en el Turismo Sostenible
La colaboración entre los sectores también puede fomentar la innovación en áreas clave como la tecnología. Por ejemplo, el sector académico y privado pueden trabajar juntos para desarrollar soluciones que reduzcan el impacto ambiental del turismo. La investigación en energías renovables y su aplicación en la infraestructura turística puede ser un área de colaboración fructífera. Del mismo modo, el desarrollo de la transformación digital y la inteligencia artificial que permitan un turismo más inteligente y eficiente en recursos puede ser impulsado por esta colaboración intersectorial.
El Futuro del Turismo Sostenible
En última instancia, esta estrategia colaborativa tiene el potencial de maximizar la contribución de la industria turística en un modelo de desarrollo sostenible, puesto que el turismo sostenible no es solo una meta deseable, sino una necesidad urgente en un mundo que enfrenta crisis ambientales, sociales y económicas significativas. La colaboración entre los sectores académico, privado y público puede ser el catalizador que impulse esta transformación, creando una industria turística que no solo sea económicamente viable, sino también socialmente responsable, ambientalmente sostenible y tecnológicamente avanzada.